domingo, 15 de mayo de 2011

Cómo corregir sin herir.

          A continuación me gustaría hacer una reflexión sobre la siguiente publicación de Natalia Gómez del Pozuelo en su blog.

http://nataliagomezdelpozuelo.wordpress.com/2011/05/16/como-corregir-sin-herir/


Feedback           El artículo ha sido denominado "Cómo corregir sin herir" aspecto bastante importante en la vida del maestro, ya que nuestro deber como maestro conlleva el hecho corregir conductas y malos hábitos de los alumnos. Esto incluso puede ser útil a la hora de realizar trabajos grupales en la universidad (o en un futuro trabajo) en los que la cooperación es bastante importante, pero también es importante saber comentar los fallos y los errores para corregirlos e intentar no llevarlos a cabo de nuevo.

          En dicho artículo se hace referencia a una serie de consejos que, su autora, cree convenientes a la hora de corregir o dar feedback a compañeros, alumnos, familiares, etc. Estos consejos pueden ser observados en su libro "Bueno padre, mejor jefe". Algunos de estos consejos, los principales, son:
 Decirlo con seriedad, que no se pueda confundir con una broma, pero nunca enfadado/a.
 Explicar bien las normas y objetivos de la actividad, no querer hacerlo a nuestra manera, porque sí y de un día para otro.
 La conversación debe ser constructiva. Debemos exponer los argumentos y mostrarnos afectuoso/a (que no divertido/a).
 Asegurarnos de no manifestar puntos de vista diferentes entre las distintas autoridades (en casa entre el padre y la madre).
 Hacerlo con calma para que se cree un ambiente de confianza y la otra persona esté más receptiva.
 Si en algún momento se produce una discusión, lo mejor es hacer una pausa para tranquilizar los ánimos y continúa al cabo de un rato. Cuando perdemos las formas, perdemos la razón.
 No dejarnos llevar por nuestro estado de ánimo, ya que problablemente no seamos objetivos.
 Debemos preguntar al otro su opinión sobre lo que le estás comentando, que haya espacio para los dos; no convirtamos la charla en un monólogo.
 Explica con claridad el tema en sí: lo que esperas que haga el otro y los motivos. Por ejemplo: “conviene que hagas esto porque…”.
 Debemos dar tu opinión sin cuestionar a la persona ni su capacidad para obtener los resultados esperados.
 Tengamos cierta tolerancia, incluso si somos muy perfeccionistas, y hablar solo de cosas realmente importantes.
 Adecuemos la conversación a la gravedad de la situación.
 Respetemos la concentración de los demás, si les interrumpes para pedirles algo, es probable que no te escuchen bien y, por tanto, no lo hagan como esperas.

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